Intérpretes:

Ana Conde, José García, David Jaén, David Llabrés, Marta Marty, Ariadna Monjo, Antoni Munar, Miquel Negre, Lorenzo Pons, Catalina Rosell.

Dirección:

Micky Flexas (director)
Albert Flexas (director asociado)
Alejandro García (script -continuista-)

Producción:

David Mateos, Glory Fernández, Antonia Torrens.

Arte:

David Llabrés, Gaby de Oliveira, Carles Gelabert, Juan García.

Guión:

Albert Flexas.

Banda sonora:

Micky Flexas (compositor, intérprete y productor)
Jose Alcaraz (sonidista).

Fotografía:

Micky Flexas (operador de cámara A)
José L. Cifre (operador de cámara B)
Martí Prats (localizaciones).

Montaje:

Micky Flexas.

Curiosidades:

Los primeros borradores del capítulo piloto de siKnum contemplaban únicamente la primera parte de este capítulo, tal como es ahora. Sin embargo, algunas circunstancias llevaron a plantear incluir el capítulo 1 dentro del piloto, y este es el resultado final.

Rodado en 9 sesiones entre el mes de marzo y el mes de septiembre de 2011, el capítulo acabado no es el “capítulo perfecto” (las comillas son intencionadas) del que presume el guión.

Según el guión, los planos, el número de personajes, la sucesión de movimientos de cámara y una serie de flashbacks (que nunca llegaron a rodarse) debían ir acordes con la misma “pista” que se sucede durante toda la segunda parte del capítulo.

La lógica la marcaba una constante matemática que, para muchos, es la prueba de la perfección: la divina proporción, o secuencia áurea, también llamada constante phi. La primera serie de disparos de 1, 1, 2, 3, 5; la última línea de diálogo “1:37, la caída”; junto con una duración de capítulo muy concreta (distinta a la que tiene hoy) y un guión técnico ajustado (que se desechó), tenían que conformar el “capítulo perfecto” (al menos matemáticamente).

Pero esta curiosidad no pretende ser un alarde sino todo lo contrario: este capítulo NO es perfecto, precisamente porque, diga lo que diga el guión, no pretende serlo. Este capítulo es un piloto en el cuál el equipo de siKnum ha trabajado duro contra sus propias limitaciones para poder mostrar una pequeña parte de lo que podría ser la historia que quieren contar.